¿Depresión y menopausia van unidas?

Escrito por: Asertia
martes 15 de octubre de 2019

En demasiadas ocasiones hemos escuchado estos dos términos unidos y nos hemos creado una imagen de la menopausia como una etapa complicada, en la que ineludiblemente estamos expuestas a una depresión, tanto por cambios hormonales como por el significado que se le ha dado socialmente a la menopausia como final de una etapa.

Es por esto que habitualmente relacionamos la menopausia con el comienzo de una depresión. Pero aquí estamos nosotras para eliminar mitos y contarte que menopausia y depresión no tienen por qué ir unidas!

Como ya sabes, la menopausia es una etapa en la que aparecen numerosos cambios, tanto físicos como psicológicos y sociales. Los síntomas físicos y hormonales son difíciles de llevar ( cansancio, desajustes hormonales que afectan al estado de ánimo y al humor, sofocos…), y en algunas mujeres son especialmente intensos. Se unen también cambios vitales y sociales propios de este periodo de nuestras vidas, como puede ser la salida de los hijos del hogar y cambios en los roles que desempeñamos como mujeres.

Todos estos cambios favorecen que podamos sentir ansiedad y también tristeza, debido a la sensación de pérdida. En esto, nuestra interpretación de lo que significa la menopausia para nosotras y los mitos que nos han contado juegan un papel fundamental.

¿Sabes cuál es la clave? Lo más importante es no creernos que las mujeres somos un sujeto pasivo expuesto a cambios físicos y hormonales. Indudablemente eso es importante, pero nosotras siempre tenemos que vernos capaces de hacer algo, de ser proactivas, de tomar decisiones que dependan de nuestro control frente al caos de pueda existir.

Más allá de los cambios físicos está cómo vivimos y afrontamos nosotras esta etapa: ¿la vives como el fin de tu etapa reproductiva, o como el inicio de una nueva etapa de mayor libertad?¿piensas que es el final de la juventud o el inicio de una madurez en la que puedes ser más tú misma, más segura de quién eres? En este momento tenemos que redefinirnos a nosotras mismas y desechar ideas y pensamientos que, si les permitimos un lugar en nuestra mente, pueden desencadenar en un bucle de tristeza y apatía que desemboque en un trastorno del estado de ánimo.

La tristeza nos tiene que servir para ayudarnos a hacer este duelo de lo que cambia y lo que ya no está, y ayudarnos a reinventarnos y a salir adelante aún más fortalecidas.

Afortunadamente, según el INE, cada vez son más las mujeres que viven esta etapa como una liberación y que no asocian su juventud y su energía con la llegada de la menopausia.

¿Qué podemos hacer?

  • Enfócate en las oportunidades de este momento de tu vida.
  • Haz una lista de actividades que has tenido que abandonar o que siempre has querido hacer y recupera o inicia una de ellas.
  • Habla de lo que te preocupa y de cómo te sientes. Queda con tus amigas, ¡elimina los tabúes! Compartirlo te ayudará.
  • Seguro que has estado mucho tiempo viviendo para otros, este es el momento de volver la mirada hacia quién eres y lo que quieres, y pensar en ti.
  • Acude a tu médico si los síntomas físicos son difíciles de manejar. La reducción del impacto de los cambios hormonales tendrá un efecto muy positivo a nivel psicológico.
  • Mejora tus hábitos para sentir que el control lo tienes tú: alimentación, ejercicio físico, rutinas de sueño.

La menopausia es una etapa de nuestras vidas en la que tenemos que estar atentas para saber ver lo que está sucediendo a nuestro alrededor, y comenzar a hacer cambios si vemos que estamos comenzando a recorrer el camino de la depresión.

Una depresión es un trastorno psicológico al que podemos llegar, entre otros factores, si nos dejamos llevar por la tristeza, la apatía, y no hacemos cambios vitales a tiempo. Los aspectos físicos y hormonales también tienen un gran peso. Visita a tu médico para que te ayude a tratarlos y no dudes en consultar a un psicólogo si ves que lo necesitas.

No te dejes llevar por las sensaciones de tristeza y apatía. Haz cambios y pide ayuda. La depresión es una enfermedad y, sola o con ayuda, ¡tú puedes mantenerla a raya!

Alicia Jiménez Castellot

Puedes ver este artículo también en nuestra colaboración con centradaenti.es

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